DIY: Renueva un viejo álbum de fotos (I)

Siempre he sido de esas personas que acaba guardándolo todo. Aunque algo no tuviera un uso muy definido acababa en el garaje dentro de una caja y ya, como se suele decir, si te he visto no me acuerdo. Los años han ido pasando y he seguido guardando cosas de todo tipo: carpetas, ropa que no me volvería a poner, juguetes de cuando era pequeña... de todo. Tras lo que a mi me parecen un sin fin de mudanzas ha llegado la hora de hacer LA MUDANZA DEFINITIVA. En unos días (espero) me darán las llaves de mi nuevo hogar y ahora, aquí, llegados a este punto, han empezado a aparecer los problemas: muchos trastos & poco espacio. 

Creo que nunca me había planteado seriamente la cantidad de cosas que somos capaces de acumular. Tonterías que vamos guardando y que con el paso del tiempo acaban ocupando demasiado. Ahora que llevo ya varios meses poniéndolo todo en orden me he prometido a mi misma guardar la compostura y no guardar cosas que se cierto jamás volveré a utilizar. 

Sin embargo entre el buen puñado de bolsas que están acabando en la basura siempre encuentras pequeños tesoros. Éste álbum fue el primero que compré yo misma para poder guardar las fotos del cole y las amigas. Tras pasarse un puñado de años en un garaje a vuelto a casa y he decidido darle un buen lavado de cara (ya que estaba bastante estropeado). Ahora sí, os animo a que le deis una nueva vida a esos álbumes y archivadores aburridos que seguro tenéis por casa. ¡Manos a la obra! 

Complementos: Collares XL (I)

Nunca he sido muy amante de éste tipo de complementos. Los collares nunca habían llamado mi atención, siempre he sido más de pulseras o pendientes. Sin embargo, desde hace algún tiempo hasta ahora, todas las colecciones de moda están bien acompañadas (¡y que bien acompañadas vienen!) por complementos espectaculares que hacen las delicias de conocidos y extraños. Definitivamente caí en la tentación de probar y ahora se ha transformado en un auténtico vicio. ¡Son tantas las formas, opciones y colores que existen! Una lista sin fin de collares deseosos... Con cuentas, sin ellas, con brillos, en colores flúor, con cuero o sin el. Absolutamente fantásticos y, sin duda, un toque perfecto para acabar cualquier look. 

Ésta nueva temporada, como no podía ser de otra forma, ya tengo mis favoritos: 

Y alguno de temporadas pasadas que se niegan a abandonar mi armario... 

Y en el próximo post... 

Transforma un archivador aburrido en un accesorio cargado de color para tu oficina. 

De cómo recuperar un blog y no morir en el intento... (I)

He de confesar que mi vida, en bastantes ocasiones, es un caos. Y no, no es un caos ordenado, ni con sentido. Es un CAOS. Punto.

Tengo el escritorio lleno de notitas, libretas con cientos de cosas apuntadas: libros, películas, música... Montones de revistas en el suelo esperan una ojeada, recortes en cajones, libros que empecé y no logré acabar. Sí, a veces la falta de tiempo es un problema. Dejamos de lado las cosas que nos resultaban más interesantes, más satisfactorias, para dedicarnos a otras que eran, en su momento, prioritarias. Y entonces, aunque parezca mentira, llega el momento de retomar todo aquello que un día dejaste atrás. 

Al principio resulta un tanto agobiante. Ay! quieres hacer tanto y tienes tan poco tiempo... Pero, con calma, todo llega. Vas acostumbrándote a un nuevo horario. Buscas (y encuentras) tiempo cuando aparentemente no lo había. Y puedes retomar todo aquello que te dolió tanto dejar atrás. 

Como decía, mi vida, a veces, es un caos. Pero sigue siendo mi caos. Mi montaña de cosas encima de la mesa. Mis libros por leer encima de la mesilla. Las fotos por organizar dentro del cajón. El ordenador que pide a gritos una actualización... Y cuando consigues tachar un par de cosas de esa lista, aunque sean quizá las menos productivas del mundo (como conseguir forrar un par de archivadores que tenías a medias desde hacía un par de meses) te sientes la mejor persona del mundo. 

Ayer, en una reunión para comenzar un nuevo proyecto, alguien me dijo: "No sabemos cuántas cosas somos capaces de llevar adelante hasta que miramos atrás, con el tiempo. Pero recuerda algo. Disfruta del momento, de tu tiempo ahora. Tal y como vengan las cosas. Porque el tiempo, el tiempo para hacer las cosas que querías y no pudiste hacer, aunque parezca mentira, siempre vuelve". 

Y sí. El tiempo vuelve, pero no vamos a dejar escapar esta oportunidad. 

Hogar, dulce hogar...

Llevo meses, aunque a mi me parece mucho más, recopilando ideas de cómo iba a ser la decoración de mi futura casa. Colores, estampados, muebles, diseños... He buscado hasta la saciedad aquellos estilos que más se acoplaban a mi forma de ser. Una casa que fuera un hogar. Clásica y actual. Sencilla y complicada. Sí, confieso que no soy capaz de decantarme por un único estilo. Pero, llegados a este punto, cuando a penas faltan quince días para que finalmente tenga las llaves en la mano, creo que he encontrado lo que buscaba. Una mezcla de aquí y de allá. De lo que ya tenía y lo que he comprado nuevo. Un espacio sencillo, cómodo, habitable... un HOGAR con mayúsculas que estamos a punto de estrenar. 

Imágenes Pinspire

Las sillas retro son una de mis perdiciones, al igual que los papeles de pared. Aunque en los últimos tiempos el estilo escandinavo, con esa sensación de tranquilidad que transmite su blanco puro está ganando cada vez más puntos. Sin embargo, aunque sí quedan algunas paredes en blanco, el color es uno de los fuertes en las paredes de nuestra casa. 

Aunque hasta hace ya algún tiempo no sabía ni lo que significaba el tapizado en capitoné, éste estilo es otro de los estrellas en nuestra casa: sofás, cabeceros... Un poco de todo siempre combinado con las fotografías que nos han acompañado hasta el hoy. Porque aunque empezamos una nueva etapa, nunca está de más mirar atrás. Bienvenidos al hogar, dulce hogar.