De cómo recuperar un blog y no morir en el intento... (II)

Reconsiderar retomar las riendas de tu vida es harto complicado. Tomar ciertas decisiones pueden llegar a quitarte el sueño, pero lo cierto es que una vez has escogido una u otra opción parece que respiras de una forma diferente y que el final del túnel al que creías estar atada se ve más próximo y cercano, si cabe. Hace cuatro años que me gradué y llevo diez trabajando en una profesión que me tiene enganchada. Pero a veces tus exigencias personales te hacen ir un paso más allá porque tus metas profesionales no han sido alcanzadas en la medida en la que tu, hace mucho tiempo ya, habías planeado. Y el pecado de este delito no está en querer más, si no en querer algo totalmente diferente. 

Cambiar de aires, renovarse, volver a amar tu trabajo, disfrutar de una vida completa... suena idílico pero no lo es. Siendo sinceros pasamos más horas en el trabajo que en casa (por que no, no valen las horas que estamos durmiendo). Las personas que te acompañan en tu día a día acaban formando parte de ti, parte de tu vida. ¿Y qué es de nosotros si no somos capaces de disfrutar de esa GRAN parte de nuestra vida? Hace meses que me cuestiono esta pregunta. Y ya he llegado a una conclusión. La vieja y cursi frase de AMA LO QUE HACES define en gran medida quienes somos. Y yo estoy dispuesta a hacerlo. 

Nuevos tiempos, nuevos retos... pero como todo gran cambio lleva su tiempo. La paciencia que en ocasiones me ha faltado intento recopilarla para este momento. Por que el AHORA es nuestro momento. 

Disfrutad, vivid y luchad. Por vosotros y por todo, porque muchas veces se nos olvida y, en ese momento, las cosas, los momentos, las personas... dejan de valer la pena.